9 sept 2010

Te (quiero) odio


No es porque seas tan diferente.

No es por tu sonrisa irresistible, ni por tu tóxico encanto.

No es por tus ojos verdosos, que son distintos a cada momento.

No es porque puedas pasarte horas y horas hablando conmigo, y que parezcan segundos.

No es porque seas tan inteligente, y encuentres respuesta a todos mis comentarios.

No es porque seas tan asombrosamente tierno cuando quieres, ni porque me hables con esa suavidad embriagadora.

No es porque seas como un gatito y cierres los ojos cuando te acaricio el pelo.

No es por tu aroma, que recuerdo a cada instante.

No es por las palabras bonitas que me dedicas como si te salieran del alma.

No es por la forma en que me miras, ni es por la forma en que me tocas.

Es por los celos que me entran de miles de chicas imaginarias, que imagino tratarás como a mí.

Es por las noches pasadas pendiente de que te conectes.


Es por nunca tener la certeza de que contestarás. Y por olvidar la angustia de días y meses, cuando por fin lo haces.

Es porque recuerdo cada detalle de nuestro último encuentro incluso si han pasado muchos meses, muchos días, muchos más minutos y segundos.

Es porque te busco en cada cara que encuentro por las calles.

Es por ese miedo que me queda cada vez que nos despedimos.
Y no es por no saber cuándo te volveré a ver, es por no saber si lo haré.

Y sobre todo es porque, pasado un tiempo, cuando te da por volver, soy incapaz de
tener en cuenta todo lo anterior, y me lanzo a tus brazos otra vez.

Es porque no puedo odiarte. Es por eso que te odio.

1 comentario:

Almenara dijo...

Vaya soy la primera en seguirte... Espero que mantengamos contacto.
Y tienes razon, a veces tan sólo queremos odiando a alguien. Pero quizás sea parte de nuestras naturalez, hacer cosas ilógicas, pero que al corazón les parece lógicas..