Quién lo diría. Una sesión de body combat y me he quedado nueva. Dan ganas de reconciliarse con el mundo.
¿Será por eso que "los gimnasios siguen llenos, las librerías vacías"?
Pero creo que paso; ya se sabe, sería como enviar un sms borracho, de esos que duelen al día siguiente, por la resaca y por lo mucho que te arrepientes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario